23 de Febrero, 2024
Los datos del reciente estudio sobre polarizaciones son un nuevo llamado de alerta a los políticos de lado y lado, para que -más allá de las legítimas diferencias- dejen la pirotecnia verbal y se concentren en su rol y deber de facilitar acuerdos por el bien común. Pero también a la sociedad, a valorar la diversidad y a encontrarnos en las diferencias para salir del entuerto en el que estamos. ¡Se puede!
El clima de polarización y la dificultad para llegar a acuerdos significativos que permitan avanzar se ha vuelto una constante. Y ahora, gracias a un reciente estudio de 3xi y Criteria podemos saber con precisión cuáles son los temas que más nos dividen, y en cuáles hay menos diferencias, lo que nos debería ayudar a salir del bloqueo con voluntad y dejar atrás la intolerancia frente a quien piensa distinto.
Tres mil personas encuestadas sobre asuntos públicos controversiales mostraron la magnitud del problema: mirado en términos de izquierdas y derechas, el promedio de polarización -distancia entre lo que piensan las personas de uno y otro sector- es de 31 puntos. Desde lo social -la mayor novedad del análisis- la polarización de grupos segmentados es en promedio de 18 puntos. Es decir: hay más división política que social. Y como declaró a este medio el influyente politólogo Steven Levitsky, “los chilenos siguen tratando de resolver sus diferencias políticas de manera pacífica. Eso es muy importante y no siempre ha sido así en Sudamérica”.
Entre los hallazgos del estudio está la confirmación de que los temas que más dividen tienen que ver con el pasado, la dictadura y la discusión entre DD.HH. y desarrollo económico (53 ptos), seguidos de seguridad, el rol de carabineros, el uso o no de armas sin restricciones (48 ptos) y de los pueblos originarios y su pertenencia de territorios (37 ptos).
En cuanto a polarizaciones políticas subjetivas-distancia entre lo que las personas de un sector político creen que piensan las del otro, y lo que realmente piensan-, hay temas vinculados con la autonomía de las mujeres. Por ejemplo, frente a la frase: “el aborto debe volver a ser prohibido (…) no permitirse bajo ninguna causal”, un 13% de las personas de izquierda está de acuerdo v/s un 45% de las de derecha. Sin embargo, las primeras piensan que el grado de acuerdo de las segundas es muy superior, de un 75%.
Respecto de la agenda de género, frente a la frase, “el cuidado de los niños debe ser responsabilidad principalmente de la madre”, el grado de acuerdo de las mujeres es de 16% y los hombres de un 27% (sólo 9 ptos de polarización), pero las primeras piensan que los hombres están de acuerdo con lo dicho en un elevado 65%, probablemente basado en su experiencia cotidiana de falta de corresponsabilidad
Los datos de este estudio son un nuevo llamado de alerta a los políticos de lado y lado, para que -más allá de las legítimas diferencias- dejen la pirotecnia verbal y se concentren en su rol y deber de facilitar acuerdos por el bien común. Pero también a la sociedad, a valorar la diversidad y a encontrarnos en las diferencias para salir del entuerto en el que estamos. ¡Se puede! Son muchas las iniciativas que demuestran que conversar genuinamente con el otro, dejando de lado prejuicios es el camino a seguir.
Los panamericanos y parapanamericanos, nos han entregado verdaderas metáforas de cómo bogar sincronizadamente por un mismo objetivo nos permite grandes victorias.
Por Alejandra Sepúlveda Peñaranda, presidenta ejecutiva de ComunidadMujer
Columna publicada en La Tercera