Las redes sociales son unas grandes aliadas para que mujeres de todo el mundo puedan poner etiquetas a ciertos comportamientos machistas que se repiten a diario. Gracias a la difusión en Internet, estos nombres llegan a un gran número de personas y permite identificar varios de los gestos cuotidianos que anulan la autoridad de la mujer.
Todo nació con el mansplaining, el famoso término que en 2010 se hizo viral en Internet y con el que se nombra la situación en la que un hombre explica a una mujer, con tono paternalista, algo que ya sabe. Esta condescendencia la encontramos en otros términos que nacieron a raíz de este, como el manologue o “monólogo masculino”, que es lo que hacen los hombres cuando sermonean a las mujeres sobre un tema del cual se creen expertos. Maninterruption (la costumbre de interrumpir el discurso de una mujer) o el manspreading (despatarre masculino en espacios públicos) son otras de las palabras con las que ya estamos familiarizados gracias a su uso en redes sociales para denunciar comportamientos sexistas instaurados en la sociedad.
¿Qué es el hepeating?
Una de las últimas etiquetas que ha sido validada por las redes para denunciar el machismo cotidiano es hepeating, un término formado por las palabras en inglés he (él) y repeating (repetir) y que viene a describir las situaciones -normalmente laborales- en las cuales los hombres se apropian de una idea, anteriormente expuesta por una mujer, y la repiten de una forma más pomposa como si fuera suya.
The Guardian es quien, este 2022, se ha hecho eco de esta etiqueta que sugirió el grupo de amigas de la profesora de física y astrónoma estadounidense Nicole Gugliucci, en un tuit de 2017. “Para cuando una mujer propone una idea y es ignorada, pero luego un chico dice lo mismo y a todos les encanta”, explicaron sobre este concepto.
El término fue acuñado por la comunidad tuitera y a día de hoy ya cuenta con la validación de más 184.000 usuarios que le han dado a like y 58.000 que lo han retuiteado.
¿Cómo identificarlo?
Como ya hemos explicado, estas situaciones suelen ocurrir en ambientes laborales, aunque también pueden darse en reuniones familiares o de amigos, en las que se encuentran interlocutores de ambos sexos.
Cuando, en tu trabajo, expongas una idea y se pase por alto, asegúrate de que luego no hay un hombre que repite lo mismo con otras palabras, u otro enfoque, sin recordar que se trata de tu propuesta. Si alguien lo hace, lo hará con tal propiedad y seguridad que hasta tú misma llegarás a dudar de si esa idea que ha dicho es casualmente muy parecida a la tuya o realmente te la ha copiado. Y finalmente, él se llevará el mérito de esa idea genial delante de la dirección de tu empresa.
Si algo como esto te ocurre en un futuro, no debes pasarlo por alto y tienes que saber cómo actuar.
Así es como debemos combatirlo
Si te encuentras en una reunión y tu compañero te roba una idea que anteriormente ha sido ignorada, debes alzar la voz y señalar que eso que está diciendo va en la línea de lo que habías mencionado tú anteriormente; puedes añadir una explicación más extensa de la idea a la cual antes no habían prestado atención. Si él insiste en que no estáis hablando de lo mismo, analiza -evitando la hostilidad- todo lo que tienen en común ambas propuestas.
Si esto le pasa a una compañera tuya, apoya su idea por delante de la de la persona que se la haya copiado. Cabe destacar que estas situaciones también se pueden dar entre personas de ambos sexos, a pesar de que las actitudes condescendientes se suelen ver de hombres hacia mujeres en los ámbitos que aún se suponen “de hombres”.
La mejor táctica para combatir este y cualquier otro tipo de machismo, es la alianza entre mujeres. Si entre nosotras nos validamos las ideas que los hombres pasan por alto y las repetimos durante la reunión recordando la autora de la idea, descartaremos la opción de que un hombre termine apropiándosela.
Cabe recordar que, como manifiestan miles de hombres en tuits como el de la astróloga, hay muchísimas personas del género masculino que ya actúan en contra de estos gestos paternales y que también pueden actuar como aliadas en situaciones de hepeating, mansplaining y más.
Fuente: Antena3