La educación a la que acceden mujeres y hombres, así como el contexto social, cultural y económico en el que se desenvuelven, son determinantes en su transición al mercado laboral y los resultados que allí obtienen.
En el ciclo de vida tradicional las personas invierten recursos en su formación durante la niñez, adolescencia y juventud, para luego trabajar. Bajo ciertos contextos, la educación y el empleo son concurrentes, sin embargo, en otros, este proceso se interrumpe, dando lugar a la situación “NINI”, segmento de la población que “ni estudia ni trabaja de manera remunerada”.
Chile cuenta con 4,2 millones de jóvenes entre 15 y 29 años, de los cuales un 12,8% se sitúa en dicha categoría. De estos, tres cuartas partes son mujeres, las que provienen, mayoritariamente, de un estrato socioeconómico vulnerable. Este boletín -destacado por el Diario El Mercurio- analiza la evolución y el estado actual de la problemática, proporcionando insumos para el diseño de políticas públicas que permitan abordarlo.