PRIMER LUGAR: Programa de Mejoramiento de la Infancia “Los Hijos del Mar”.
El Programa de Mejoramiento de la Infancia “Los Hijos del Mar” nació en 2005, como una agrupación voluntaria de mujeres cuyo objetivo era proteger y educar a los niños de la Caleta Tumbes de Talcahuano (VIII Región) que no tenían acceso a un jardín infantil.
Gracias al entusiasmo de cinco mamás, el programa fue logrando poco a poco el apoyo de la comunidad, de organizaciones privadas, del municipio, del gobierno y de organizaciones locales, entre otros.
Hasta antes del maremoto, habían logrado construir una sede, tener infraestructura apropiada para los niños, materiales de trabajo, un computador y una forma de trabajar exitosa, validada por la comunidad.
Pero la tragedia del 27 de febrero acabó con todo. Se llevó la casa y por supuesto todo lo que había en su interior. Hoy se han reubicado en el antiguo comedor de la escuela de Caleta Tumbes. Sin las comodidades de antes, se las han arreglado para atender a los pequeños de lunes a viernes en las tardes.
SEGUNDO LUGAR: Agrupación Teatro Experimental del Adulto Mayor. Compañía el Botón.
Esta organización nace en 2005 a partir de un proyecto presentado a la Municipalidad de la Cisterna destinado a adultos mayores autovalentes, con el fin de estimularlos a través del desarrollo de actividades artísticas y culturales.
Tras estrenar su primera obra de teatro en octubre del mismo año, los integrantes deciden formalizarse como un club, dando origen a la compañía de teatro el Botón.
A la fecha han creado y puesto en escena más de 10 obras originales, contribuyendo con su comunidad –a través del desarrollo de obras para los colegios sobre alimentación saludable o medio ambiente y organización de actividades culturales al aire libre, talleres de máscaras para niños en el verano, por ejemplo- y mejorando enormemente la calidad de vida y autoestima de sus 37 integrantes.
TERCER LUGAR: Agrupación Casa de la Mujer de Huamachuco [en la foto]
La casa de la Mujer de Huamachuco es un centro de capacitación para mujeres pobladoras que inicia su historia en 1978, bajo el alero de la Iglesia Católica, en Renca. En los años 80 centra su trabajo en lo educativo, a través del desarrollo de talleres, cursos y escuelas de liderazgo para mujeres. El objetivo era crear mayores espacios de participación femenina en la vida pública, política y cívica.
Pero no es sino hasta 1989 que la organización se consolida, luego de conseguir el financiamiento para la construcción de su “casa”. Con el paso del tiempo, sus miembros han ido haciendo frente a los nuevos problemas sociales, como la delincuencia, cesantía, violencia intrafamiliar, etc.
Hoy participan de ésta alrededor de mil familias, incluyendo a niños y jóvenes en diversas actividades después del colegio. Su enorme compromiso social las ha llevado a recibir varios premios y a contar con el apoyo de organizaciones tan relevantes como World Vision.