PRIMER LUGAR: Junta de Vecinos N° 15, Población Salvador Allende, Mejillones, Antofagasta
Esta junta de vecinos se formó el año 2007, hoy cuenta con 50 participantes de diversas edades; su principal objetivo es mejorar el entorno del sector y con ello la calidad de vida de la comunidad a través de iniciativas innovadoras y ecológicas.
A través de fondos concursables y redes de apoyo han obtenido recursos para crear áreas verdes en las zonas comunes, han construido juegos infantiles y restaurado otras obras, como una multicancha, fomentando así el deporte entre jóvenes y niños y alejándolos de la drogadicción.
La falta de asientos y muros perimetrales en la plaza comunal los llevó a implementar un innovador método de construcción renovable, denominado ecoladrillos, que consiste en la reutilización de botellas plásticas para este fin. Gracias a este método se logró reunir a gran parte de la comunidad en un objetivo común, construyeron bancas y muros perimetrales para posteriormente plantar árboles y flores.
Esta labor logró dar conciencia ambiental, no sólo a los miembros de la junta de vecinos sino a los pobladores de la comuna de Mejillones en general.
SEGUNDO LUGAR: Comité Silvoagropecuario las Frutillitas, Queilén, Los Lagos
Esta organización está conformada por 18 mujeres que se unieron en 2002 para promover la integración, participación y desarrollo de las agricultoras del sector de Apeche que enfrentaba problemas como la falta de caminos, agua potable, letrinas sanitarias, juegos para niños, entre otras necesidades. Gracias a la iniciativa y trabajo solidario de este comité, lograron terminar con estas necesidades beneficiando así a otras organizaciones, a la escuela del sector y la posta.
Luego, comenzaron a capacitarse en distintas actividades para fortalecer sus habilidades, aprender nuevas técnicas y aportar al sustento familiar, a través de talleres de repostería, tejido, cultivo de frutillas (para lo cual adquirieron un invernadero), entre otras actividades. Han aprendido nuevas técnicas y capacitado a otros miembros de la comunidad.
TERCER LUGAR: Asociación Indígena de Mujeres Flor de Frontera, Colchane, Tarapacá [en la foto]
Esta asociación se unió en 1998 para preservar la identidad de la cultura aymara dándole un valor agregado a los productos autóctonos y nutriéndose de experiencias de otras asociaciones. 18 mujeres aymaras forman parte de esta agrupación.
Entre sus acciones más destacadas se encuentran capacitaciones en técnicas del tejido y realización de clases de lengua aymara en escuelas del sector, fomentando así el fortalecimiento de la cultura y sentido de comunidad. Además, han valorizado la medicina autóctona, creando recetarios y ofreciéndolos a la comunidad a precios accesibles.
También han perfeccionado las técnicas de la gastronomía tradicional, mediante el cultivo de quínoa, entre otros. Esta organización ha creado redes con otras agrupaciones indígenas, permitiendo el traspaso cultural a toda la comunidad.