A lo largo de las últimas décadas, diversos estudios han documentado el costo social y económico de la violencia doméstica. No obstante, recién en 2019, con la adopción del Convenio número 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se la reconoció globalmente como una problemática del mundo del trabajo que, al igual que la violencia y el acoso laboral, afecta al empleo, la productividad laboral, la seguridad y la salud de las víctimas, así como de su entorno laboral.
El 12 de junio de 2023, Chile ratificó el Convenio 190 ante la OIT, que entrará en vigor en la misma fecha del presente año. Con ese mandato, en un contexto de mercados laborales cambiantes y desigualdades de género estructurales, el Estado debe, en conjunto con el sector privado y las organizaciones sindicales, avanzar hacia la ejecución de acciones que permitan eliminar todas las expresiones de la violencia en el mundo del trabajo.
Además de abordar los desafíos que concita la implementación de este convenio –en términos de actualización de la normativa relativa a violencia y acoso laboral y el fortalecimiento institucional y de políticas públicas que incentiven el empleo de las mujeres–, este boletín finaliza con cinco recomendaciones entregadas por ComunidadMujer al respecto.