El camino de las deportistas arrastra una larga historia de desigualdades y conquistas, las que hacen valorar aún más su destacado paso por estos espacios. En estos juegos de Santiago 2023, compiten 6.155 atletas de 41 países, 3.177 hombres (51,6%) y 2.978 mujeres (48,4%). Una competencia paritaria que, además, contó por primera vez con una Agenda de Género, a través de acciones que buscan la igualdad de oportunidades y otorgar espacios seguros y libres de acoso y abuso en el deporte.
Chile se ha vestido de fiesta estos días gracias a la impecable realización de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, el gran evento multideportivo del continente, que termina este domingo, pasando la posta a los Parapanamericanos.
Se agradece esta pausa dulce, en tiempos que suelen tener más de agraz, y donde los y las deportistas han tenido un rol inspirador, partiendo por Lucy López, la primera medallista chilena en la historia de estos juegos, ex atleta de 93 años, que terminó el recorrido de la llama olímpica en la emocionante ceremonia inaugural.
Es claro que el camino de las deportistas arrastra una larga historia de desigualdades y, por tanto, de conquistas, las que hacen valorar aún más su destacado paso por estos espacios. De hecho, en los primeros Juegos Olímpicos modernos de Atenas 1896, las mujeres sólo podían ser espectadoras. Solo en París 1900 se permitió a 22 mujeres su clasificación a cinco deportes y tuvieron que pasar más de 100 años para alcanzar la paridad de participación, con un 46% de mujeres en Londres 2012. Todos los deportes tuvieron representación femenina con un 49% recién en Tokio 2021.
En tanto, los Panamericanos y Parapanamericanos desde su primera edición en 1951, han incluido hombres y mujeres. En estos juegos de Santiago 2023, compiten un total de 6.155 atletas de 41 países, 3.177 hombres y 2.978 mujeres. Esto representa el 51,6% de presencia masculina y el 48,4% de femenina. Una competencia paritaria que, además, contó por primera vez con una Agenda de Género, a través de acciones que buscan la igualdad de oportunidades y otorgar espacios seguros y libres de acoso y abuso en el deporte.
Esta agenda, liderada por los ministerios del Deporte y de la Mujer y EG, cuenta con tres pilares estratégicos: i) Conciliación deporte y maternidad; ii) Deporte seguro: tolerancia cero a la violencia en Santiago 2023, y iii) Protocolo para la prevención y sanción de las conductas de acoso sexual, abuso sexual, maltrato y discriminación para Tiempos de Juegos.
El primer pilar marca un hito ya que, como nunca antes, se dispusieron salas de lactancia para las deportistas participantes en una Villa Panamericana. Igualmente, inédito fue la elaboración del protocolo para la prevención y sanción de las conductas de acoso y abuso sexual, otro hito que convierte a este mega evento deportivo en el primero que otorga herramientas concretas para presentar denuncias en caso de violencia o discriminación. Más vale siempre prevenir.
Hacer historia con una iniciativa como ésta inspira y alienta, pero lo hace aún más si vemos que esta versión ha canalizado los esfuerzos que desde hace años vienen empujando las deportistas por un cambio cultural que sea ejemplo de equidad para el mundo y los distintos espacios de la sociedad, donde queda tanto por avanzar. Un gran aplauso para todos quienes compiten por una medalla, demostrando cuán alto se puede llegar con determinación, esfuerzo, perseverancia y pasión. Cada historia cuenta.
Por Alejandra Sepúlveda Peñaranda, presidenta ejecutiva de ComunidadMujer
Columna publicada en La Tercera.
Agradecimientos fotografía: Getty Image.