La urgencia de la reforma, explica Alejandra Sepúlveda, presidenta ejecutiva de Comunidad Mujer, radica en que “bajo el actual modelo, a lo sumo, la mujer puede administrar lo que obtiene por su trabajo remunerado separado del marido.
A pesar de que en este y otros gobiernos anteriores le han puesto varias veces suma urgencia a la tramitación del proyecto de ley que modifica el régimen de sociedad conyugal, éste duerme, incomprensiblemente, en el Senado hace casi 10 años. Sin embargo, hace un mes la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, expuso en el Congreso las últimas indicaciones para modificarlo, un hecho que reactivó la discusión en la Cámara Alta.
La urgencia de la reforma, explica Alejandra Sepúlveda, presidenta ejecutiva de Comunidad Mujer, radica en que “bajo el actual modelo, a lo sumo, la mujer puede administrar lo que obtiene por su trabajo remunerado separado del marido. Con el nuevo sistema, pasan a formar parte de los bienes sociales tanto el sueldo de la mujer como el del marido –este último, la gran mayoría de las veces es más alto y permanente–, por lo que se podrán enmendar, al menos en parte, las diferencias estructurales históricas que afectan a las mujeres en materia de empleabilidad y sueldo, a la vez que se reconocerá implícitamente el trabajo de cuidados no remunerados”.