A través de una encuesta dirigida a las y los constituyentes, Rumbo Colectivo, ComunidadMujer, el Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado y la Fundación Friedrich Ebert en Chile, analizaron los obstáculos que enfrentan las personas que ejercen labores de cuidados para desempeñar su labor como constituyentes e hicieron recomendaciones al Reglamento de la Convención para que incorpore una perspectiva de género.
Con la instalación de la Convención Constitucional paritaria y las diferentes comisiones que definirán su funcionamiento, como la de Reglamento, se hace necesario asegurar la efectividad de una participación con igualdad de género y que contemple el ámbito de los cuidados, pues estas labores históricamente han recaído mayoritariamente en las mujeres que hoy son la mitad de la Convención.
Lo anterior es lo que motivó a Rumbo Colectivo, ComunidadMujer, el Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado y la Fundación Friedrich Ebert en Chile a llevar a cabo la encuesta “Convencionales y cuidados: ¿Cómo garantizamos una participación con igualdad de género en la Convención Constitucional?”, en la que participaron electos y electas, y que busca identificar los obstáculos que enfrentan las personas que ejercen labores de cuidados para desempeñar su labor y cuyas conclusiones y medidas fueron presentadas esta tarde a la Comisión de Reglamento de la Convención Constitucional.
[Convencionales y Cuidados] AHORA estamos junto a @RumboColectivo @FESChile y @uahurtado en la Comisión de Reglamento de la @convencioncl presentando 8 medidas para un reglamento con perspectiva de género 🙌 Sigue la transmisión https://t.co/9a5TMH9Zzk #ConstituciónConMujeres pic.twitter.com/1hOqkqXxHU
— ComunidadMujer (@ComunidadMujer) July 29, 2021
En la consulta, la mayoría de las y los convencionales de la muestra (48) aseguraron que, para poder desempeñarse de manera eficiente en la Convención Constitucional, deberán hacer algún tipo de ajuste en su vida familiar: adaptar rutinas, delegar el trabajo doméstico y de cuidado en algún otro familiar o contratar a una persona para que realice el trabajo doméstico y de cuidado.
Asimismo, la mayoría está disponible al trabajo presencial, el trabajo fuera del horario laboral tradicional, el trabajo los fines de semana y los viajes fuera de su región para propiciar instancias territoriales participativas. Sin embargo, tanto para hombres como para mujeres, la limitación más grande en este sentido es cómo conciliar su labor constituyente con la vida familiar en tasas bastante similares, salvo en lo relacionado con el trabajo presencial y los viajes fuera de la región, donde para las mujeres, la conciliación con la familia es más relevante que para los hombres.
“Esperamos que este instrumento, análisis y recomendaciones aseguren perspectiva de género y de cuidados en el funcionamiento de la Convención Constitucional y también sea una línea base para el rediseño de las instituciones, políticas públicas y programas del Estado en este nuevo ciclo político”, dijo Diego Vela Grau, director ejecutivo de Rumbo Colectivo.
Mientras que Maria Paz Trebilcock, Directora del Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado, asegura que: “Visibilizar la dimensión de cuidados es clave para el éxito de la Convención y para marcar un cambio en la perspectiva respecto a cómo se concilia el trabajo con las labores domésticas, y que representadas en la convención marcan un claro cambio hacia la importancia que tiene formar un nuevo pacto que incluya la dimensión de lo doméstico, de los cuidados como parte de la vida cotidiana de las personas”.